En un terrible y desafortunado accidente domestico.

Escribo estas líneas con un profundo dolor, quienes le conocíamos sabemos que no podía ser mejor. Toni, mejor, Barroso, como todos le conocíamos, era un joven valiente, decidido, su paso por el ejército había marcado su carácter. En DN se encargaba de una de sus grandes pasiones, la música, ya que él era el responsable del departamento de música nacionalista de Democracia Nacional Joven. También era un puntal de la delegación Onubense puesto que era la mano derecha de Jairo Suarez, el delegado en Huelva. Un joven sano, alegre, leal, noble, combativo, patriota, divertido, amante y amado por las mujeres, que últimamente había sentado la cabeza con Mary, la vocalista del grupo Céltica.


Antonio Barroso megafono en mano en la manifestación en apoyo de su amigo y camarada Jairo Suarez, delegado de DN Huelva.

Parece mentira como es la vida, a veces Dios parece un gigantesco egoísta que corre a llevarse a los mejores para tenerlos a su lado y nos deja aquí algo solos contra tanta mala hierba. No me quito de la cabeza tampoco a su madre, esa decidida sindicalista que viniendo de la izquierda acabó en nuestras filas, a la que muchos conocen ya que incluso asistía a los conciertos de DNJ que su hijo organizaba, no puedo ni imaginarme el dolor que una cosa así puede haberle causado ya que fue ella quien encontró el cuerpo de Toni en el piso de Huelva en el que vivía sólo y en el que tantos camaradas nos hemos quedado a dormir cuando no teníamos donde alojarnos.

Ha sido una gran pérdida, ayer mismo respondía a sus correos en los que me mostraba el trabajo de su departamento, la nueva web del mismo y me explicaba con ilusión los próximos conciertos que estaba organizando. Seguramente no habrá leído mis respuestas, espero que allá donde este, seguro que en el Paraíso junto a los de su estirpe, en la casa de tantos guerreros que lucharon por nuestra tierra en el pasado, pueda oír nuestra tristeza por su marcha.

Ha muerto puro, idealista, sin conocer la derrota o el dar un paso atrás, joven, en fin, como mueren los héroes y como tal le recordaremos hasta el final de nuestros días.

Has muerto creyendo en tu Patria, en tu gente y en tu causa, como siempre has vivido, con Honor, sin dobleces ni mentiras y para nosotros ha sido un orgullo tenerte de compañero de viaje dando una lección a tantos otros cuyas vidas están llenas de miedo, dobleces, mentiras e hipocresía.

Creo firmemente que la muerte no es el final y que ahora, tus compañeros, amigos y camaradas de DN contamos con otro ángel de la guarda en el más allá.

Sentimos lastima por nosotros, porque te echaremos de menos, por ti no podemos sentir lástima, has vivido 25 años erguido mientras otros viven casi un siglo de rodillas.

Gracias por ser como has sido. Serás un ejemplo para todos nosotros.

Antonio Barroso, Presente siempre en nuestros corazones.

Tu amigo y camarada Manolo.