Como en Cuba.

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Canduela
Manuel Canduela
Presidente de DN

La verdad es que es triste decirlo, pero estoy acostumbrado a las más atroces difamaciones. Hay días en los que creo que no debe haber muchas personas más insultadas y difamadas que yo en este país. Los insultos y amenazas hacia mi persona y el partido que dirijo llegan desde todos los sectores políticos: derecha, izquierda, extrema derecha y extrema izquierda, pero esta última semana parece que van agravándose.

Libro difamándome

libro difamándome
Por un lado ha aparecido un libro deleznable, manipulado y bastante simplón que pretende pasar por un estudio exhaustivo de la “moderna extrema derecha”. «La sombra de la bota» se titula. En primer lugar el libro resulta un texto absurdo, desvalazado que pretende mezclar churras con merinas. En lo que se refiere a su rigurosidad debo decir que, en lo que a mí, a mi partido, y a mis compañeros europeos atañe, es falso, y lo que no es del todo falso es como mínimo inexacto.
Una persona que lea ese panfleto infecto firmado por el señor Cantarero, y vea que coloca mi foto la primera en la hoja de los líderes ultras, y que me dedica más hojas y piropos que al resto, puede acabar pensando que yo soy el máximo responsable de lo que sucede en una área política de la que no sólo reniego si no que me he pasado buena parte de mi vida denunciando su hedionda putrefacción y recibiendo sus insultos y amenazas. Sólo acierta el libro al decir en una de sus líneas, sin explicar el por qué, que soy una especie de “apestado” en ese sector político. Mire usted, genocida comunista, yo soy responsable de lo que sucede en DN y estoy muy orgulloso de no ser aceptado en los ambientes de prostitución y delincuencia común que también cita en su libro. Ahora bien, decir que estoy aislado cuando DN es el partido que más militantes engloba del área nacional es cuanto menos gracioso.
Por las brutales y demenciales acusaciones que hace a mi persona y a las de mis amigos Gabor Vona (Jobbik) y Roberto Fiore (FN), recibirá una fundada demanda, y con un poco de suerte colaborará en nuestras campañas, al menos monetariamente.
Prohibición de nuestra concentración el 11M.
(Ver: EL PSOE PROHIBE NUESTRA CONCENTRACION DEL 11M)
Entiendo que el partido que se concentró delante de las sedes de nuestra cobardona derecha nacional, el PP, en las jornadas posteriores a aquel fatídico 11M, y que luego se ha esforzado en impedir que se conozca la verdad sobre aquel brutal y cruel atentado, no vea con buenos ojos que nos manifestemos frente a su sede un 11M, pero 6 páginas de excusas suenan a demasiadas excusas.
Los amigos ultraviolentos de Carlos.
Al menos tienen la torpeza de reconocer por primera vez en un documento oficial que en la manifestación de Usera del 11N de 2007 en la que falleció Carlos Palomino hubo incidentes violentísimos protagonizados por las amistades peligrosas del “pacifico” menor. Ya me sentía como un alíen hablando en lengua na-vi, denunciando una y otra vez esos incidentes y viendo que en ningún medio impreso, digital, tv o radio se hacían eco de mis declaraciones. Ha sido todo un detalle por su parte reconocer que aquella mañana 300 de sus ultras, sí de los de izquierdas, atacaron nuestra manifestación autorizada hiriendo a los escasos policías que mandó a protegerla, incluso con cócteles molotov. No fueron los únicos miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado atacados aquella mañana, también atacaron en Legazpi a un soldado.



Ahora bien, no sé quién es el redactor de semejante documento, que me perdone si es algún joven aquejado de síndrome de Down y que por cuestiones de inserción laboral trabaja en la Delegación del Gobierno, pero ¿Cómo se pueden escribir semejantes animaladas?
Es decir, subrayan, como acusándonos de todos los incidentes y detenciones protagonizadas por los grupos de ultras que ellos mismos nos envían para reventar nuestras manifestaciones.
¿Qué han hecho con los jóvenes que detuvieron por atacar a la manifestación de DNJ y lanzar cocteles molotov en pleno Madrid?, ¿Por qué no salen en los telediarios como el pobre Josué?, ¿A cuántos dice que detuvieron de los 300?, ¿Por qué aquel día nos mandaron a sus “guarros”, a cuatro ambulancias y dos vehículos de limpieza pero apenas dos dotaciones de panzudos de la policía nacional a los que solo les faltó llorar cuando exigían refuerzos.
Señor Delegado del Gobierno, se lo digo aunque me cueste la cárcel: es usted un delincuente y un criminal y voy a denunciarle por el acoso ilegal al que somete a mi partido. Sé que la ley se la pasan por el forro ya que en esta dictadura ustedes son la ley. Total, ya me encerraron una vez por mis ideas cuando apenas era un crío y tienen poder para hacerlo otra vez. Ahora bien, recen, porque ese poder no les va a durar siempre y menos con la que están liando en este país.
Luego vuelven a subrayar los incidentes creados por sus ultras a los que permiten manifestarse sin permisos, de forma violenta y con total impunidad en una manifestación en la que reclamábamos el derecho a la vivienda de todos los españoles como se recoge en la Constitución.
Y de remate nos acusa de incidentes con unos supuestos “nacionales” que van a sus manifestaciones hasta con los calzoncillos de la policía nacional y que hasta el más tonto de los tontos intuye que trabajan para este pútrido gobierno.
¿Es eso democracia? ¿Se nos prohíbe hablar porque otros (enviados por ustedes) vienen a agredirnos para cerrarnos la boca? La derecha haría bien en no quejarse tanto de Cuba o Venezuela y ver que aquí, delante de sus ojos, están convirtiendo España en un enorme Guantánamo, eso sí, para los patriotas, para los que amamos y defendemos este país por que los corruptos, los asesinos, los pederastas, los sociatas, los sodomitas, los etarras, los separatistas traidores, las multinacionales, y los estafadores banqueros nunca han tenido unas leyes más permisivas.
La Guardia Incivil
Pero una de las cosas que más me ha molestado es el párrafo final en el que cuenta una rocambolesca historia. Según este papelucho en la última fiesta mitin de nuestras juventudes había cuatro jóvenes con aspecto de ir bebidos y los guardias civiles encargados de proteger el acto procedieron a identificarlos. De pronto y de forma totalmente irracional, cuentan que aparecí con una turba de 45 elementos en plan carga de Asterix, gritando ¡¡¡¡Josué libertad!!!! y ¡¡¡Soy fascista!!!, e impedí realizar sus labores a la bienemuerta (porque a la Benemérita se la han cargado canallas como estos). Por ello me han acusado de “atentado contra la autoridad” ¿Pero qué narices de sentido tiene esa historia?
¿No será que ustedes, de forma totalmente ilegal y delictiva, iban a realizar uno de esos “censos de patriotas” que la Constitución prohíbe frontalmente y estaban pidiendo la identificación a todo el que salía de nuestro acto político, apuntándolo en una lista, burlándose de mí, negándose a identificarse como agentes? Lo único que reconozco es que grite: «soy fascista» y aunque antes fascista que facineroso como ustedes, no lo soy, soy nacional demócrata, pero lo grité indignado cuando el jefe del operativo, negándose a contestarme sobre qué delito se había cometido que justificase tal identificación, como única respuesta me dijo: «es que sois fascistas».
¿Quiere decir eso de que si me catalogan como fascista ya me quedo sin derechos?
¿Si estaban cumpliendo con su obligación por qué se fueron como ratas, con el rabo entre las piernas, abandonando el lugar y retirando el operativo? Había agentes antidisturbios, fuerzas no les faltaban para haberme detenido como les pedí para poder explicarle al juez porque me detenían. Sin embargo huyeron abandonado el lugar de los hechos como cualquier ratero.
No tenéis vergüenza, si tuvierais un ápice de dignidad, como la ha tenido a lo largo de la historia el cuerpo al que deshonráis con vuestra pertenencia, no colaboraríais en esta farsa y denunciaríais a vuestros mandos que, como en cualquier dictadura, elaboran listados policiales en los que incluyen a los disidentes del régimen, con una salvedad: encima, en España, esas listas están prohibidas; al menos en Cuba son legales.
Estoy harto pero por supuesto seguiremos luchando contra vuestro pútrido sistema y os digo una cosa: vamos a ganar. Al final, como siempre época tras época, en medio de la desesperación de los clarividentes patriotas, el pueblo español despertará y os rendirá cuentas. Traicionáis a vuestra Patria y a la Libertad. Yo sin embargo tengo la conciencia muy tranquila.

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